La Academia: ¿qué me llevo?

Como comenté muchas veces a lo largo de esta serie de posts, la Academia fue una de las experiencias más enriquecedoras profesionalmente hablando. No sólo volví a casa con unas lecciones sobre design thinking, dinámicas de grupo y un proyecto en pañales, sino con muchísimas otras “lecciones” que no quiero dejar de compartir.

Encuentra tu “tribu”

Si tuviera que elegir una sola cosa que me llevo de la Academia es la gente. El sentido de comunidad que se genera antes, durante y después de la Academia no tiene precio. Hace unos días, pasé por un momento de frustración con mi proyecto. Recurrí a mi grupo y mi mentora y, en minutos, tenía palabras de aliento, ideas, sugerencias. Y esto se repite constantemente. Cuando alguno de nosotros tiene una duda, hizo algún descubrimiento, necesita apoyo para algún proyecto, tiene un grupo de gente detrás que lo apoya.

Tenés que estar “incómodamente emocionado”

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El cambio es difícil. Probar cosas nuevas es difícil. Salir de la zona de comfort es muy difícil. Pero mantener esa emoción incómoda nos ayuda a no estancarnos, a movernos, a probar y, por qué no, a equivocarnos y aprender. Es una frase de Larry Page, que dice que siempre hay que trabajar en algo incómodamente emocionante.

Enamorate del problema

Imagen de Pinterest

Una de las ideas más importantes que todos los coaches repiten desde el momento en que uno llega a la Academia es la siguiente: no te “cases” con tu idea. Hay que enamorarse del problema, no de la solución. Y esto es clave a la hora de ser creativo. Si entramos a la Academia con una idea fija y no la queremos cambiar, podríamos estar perdiéndonos de soluciones aún más creativas.

Mentalidad de karaoke

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Imagen de: http://www.theredheadriter.com/

Cuando nos planteamos un plan, tenemos la recta final a simple vista. Pero en la realidad, el camino es muy diferente. Existen circunstancias impredecibles, cuestiones a resolver, desvíos, etc que convierten a nuestro plan original en toda una aventura. Y esto a veces es difícil de enfrentar. Para eso es muy útil contar con una “mentalidad de karaoke” Cuando nos subimos al escenario, tomamos el micrófono y empezamos a desafinar cada una de las notas, no pensamos en cómo estamos fallando sino en divertirnos. Y este es un elemento que no debemos dejar de lado a la hora de llevar a cabo un proyecto.

More soon (Más pronto)

Este es un concepto que nos presentó Mark Wagner en una de sus intervenciones y que he adoptado (finaliza todos mis posts últimamente) Surgió casi por casualidad, ya que es su forma de terminar sus correos. Es un concepto interesante porque contempla la posibilidad de que siempre se hay lugar para más, siempre se puede seguir trabajando para mejorar.

Lecturas

Jennie Magiera nos recomendó algunas lecturas que comparto con ustedes también. Ya tengo una pedida por Amazon.

“Weekend Language: Presenting with More Stories and Less PowerPoint”, de Andy Craig y Dave Yewman
“Switch: How to Change Things When Change Is Hard”, de Chip Heath y Dan Heath
Tiempo de creación
 Vivimos en una sociedad que se mueve a paso aceleradísimo. Y la velocidad se ha vuelto sinónimo de productividad. Si nos encontráramos a alguien en su oficina o en su clase perdido en algún pensamiento, mirando a la nada, automáticamente pensamos que “está perdiendo el tiempo” Pero tener tiempo para parar, reflexionar, analizar, recalcular es vital, no sólo a la hora de llevar a cabo un proyecto, sino en todos los planos de nuestras vidas. Por tanto, es imprescindible encontrar tiempo para crear.
 ¡Y eso fue todo! Realmente espero que esta serie de posts haya cumplido con el objetivo de disipar dudas respecto de cómo es una Academia de Innovación de Google y, con suerte, inspirar a otros educadores a presentarse y formar parte de esta comunidad tan inspiradora.
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#moresoon #maspronto

La Academia: día 3

Todo lo bueno se acaba y eso sucedió el día 3 de la Academia. Fue un día más corto que el anterior pero con la misma dinámica: trabajo sobre el proyecto, charlas de los coaches, actividades de “descanso mental”

User testing

Esta vez, tuvimos la oportunidad de “probar” nuestro prototipo del día 2 con un usuario, uno de nuestros buddies con el objetivo de conseguir feedback (específico, amable, útil) y hacer mejoras de último momento. ¿Por qué? El último día presentábamos los productos y el proyecto a todos nuestros compañeros de Academia. Hasta ahora, sólo nuestros buddies, compañeros de equipo y coaches lo habían visto y criticado. Ahora llegaba el momento de presentarlo a todo el grupo.

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Foto: Les McBeth

Gallery walk

Para la presentación, se eligió una dinámica de galería, como una exposición de arte donde uno puede caminar y observar diferentes obras. Cada innovador tenía un espacio donde presentaba su prototipo, proyecto e idea general con 3 preguntas que todavía no había resuelto. Luego de los preparativos, teníamos la oportunidad de recorrer la galería con unos Post-its para dejar nuestro feedback y algunas ideas para esas preguntas.

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Fotos: Jennie Magiera

El exponer de esta manera puede ser un tanto intimidante. Al fin y al cabo, es un proyecto sobre el que uno viene trabajando meses y particularmente de manera muy intensa los últimos 3 días. Pero para hacerlo mucho más intimidante y aumentar nuestra audiencia aún más, todos juntos publicamos nuestro proyecto en Twitter para que nuestro compromiso con el proyecto sea aún mayor.

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Fotos: Sabrina Espasandin

Contamos con 12 meses para desarrollar este proyecto, en mi caso, un “Failathon”, una dinámica grupal para resignificar nuestra relación con el error, tanto a nivel profesional como de aula. Para esto, nos proveen de un mentor que nos acompañará durante todo este proceso para que el proyecto pueda despegar.

El último día terminó con unas palabras muy inspiradoras de Becky Evans y nuestra graduación, que se transmitió en vivo por YouTube.

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La Academia: día 2

El segundo día fue el más intenso de toda la Academia, no sólo por la cantidad de actividades, sino por su horario: de 8:30 am a 8 pm.

Visitas de Program Managers

Una parte interesante de poder participar de eventos como este es escuchar de primera mano a los program managers de diferentes productos de Google. Por cuestiones de privacidad, no podemos compartir información sobre sus presentaciones, pero sí puedo decir que lo que tienen planeado lanzar para el mercado general y el educativo es más que interesante y va a ser muy movilizador. Pero quizás lo más importante de estas charlas no es tanto los detalles técnicos de una próxima aplicación o resolver una duda puntual sobre el funcionamiento de otra, sino el poder conocer un poco más sobre la cultura de trabajo que tienen en la empresa. Sobre cómo hacen un uso conciente del tiempo, cómo manejan los errores, cómo se crea una cultura de innovación, cómo se comunican en sus equipos y más.

Organización

Es claro que el manejo de los tiempos y las energías de los participantes fue una de las prioridades a la hora de organizar la Academia y se notó. Estuvimos trabajando intensamente durante casi 12 horas, pero increíblemente no se sintió agobiante, sino al contrario.

Les McBeth fue la encargada de dirigir todas las actividades de design thinking para trabajar sobre nuestro proyecto. Cada actividad duraba entre unos 20 a 60 minutos, y estaban intercaladas con charlas (de los coaches o los program managers) o con actividades que nos daban un respiro (como yoga de a pares o guerra de “bolas de nieve”)

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Mis compañeros de Partner Yoga, Jason Pang y Jung-Chul Park (Foto: Les McBeth)

Design Thinking con Les

Discovery (descubrimiento)

Identificar el problema: si no conocemos el problema en profundidad, no podremos diseñar estrategias para solucionarlo. Ya habíamos trabajado en él con un compañero asignado como expliqué aquí, con lo cual este fue el momento de reunirnos brevemente en persona para discutir este tema.

Identificar al usuario: ¿quién es el afectado por mi problema? ¿Quién se va a beneficiar con mi solución? Sin el usuario en mente, no podremos tampoco diseñar una solución que lo ayude.

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Foto: Anita Chen

Interpretación

Identidad: ¿Cuál es la identidad de mi usuario? ¿Y la mía? ¿Cómo factores del estilo sexo, edad, género, etc, afectan las necesidades de cada uno?

Redefinición: este es el momento de redefinir el problema como una oportunidad. En lugar de enunciar el problema, lo parafraseamos con la pregunta “¿Cómo podríamos…?” Por ej, ¿cómo podríamos crear una cultura de innovación en mi centro?

Estas preguntas las compartimos en nuestros equipos y recibimos feedback, siempre bajo la premisa de que las devoluciones deben ser: amables, específicas y útiles.

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Foto: Anita Chen

Ideación

Crazy 8’s: Este es el momento de pensar soluciones alternativas. Para esto, trabajamos con la actividad “Crazy 8’s”, en donde en una hoja de papel con 8 cuadrados debemos pensar soluciones alternativas la pregunta que hemos reformulado en el paso anterior. No importa cuán inverosímiles parezcan. La idea es dibujarlas o escribirlas apenas lleguen a nuestra cabeza, sin filtros ni dudas. Luego las categorizamos y nos concentramos en una. Puede ser que la idea que elijamos sea la original con la que vinimos a la Academia, o una completamente distinta, que fue lo que me sucedió a mí. Y por esto le voy a estar siempre agradecida a Les.

Crítica silenciosa: una parte vital del proceso es poder compartir nuestras ideas con nuestros pares y recibir feedback de ellos. Esta vez, se trató de una crítica silenciosa. Cada uno de los integrantes de nuestro equipo Team Playground Duty tenía unos pequeños stickers de colores (unos pequeños y dos grandes) El objetivo era exponer nuestra idea producto del Crazy 8’s y los pasos requeridos para su desarrollo y dejar que nuestros compañeros la analizaran. Cada vez que alguno veía algo interesante, pegaba un sticker al lado de la idea y si veía algo sumamente interesante, elegía el sticker grande. Así, de manera bien gráfica podíamos ver los puntos más fuertes de nuestro proyecto emergente. Luego, tuvimos la oportunidad de explicar por qué nuestra elección de stickers.

7.jpgFoto: Les McBeth

Experimentación

Aquí tuvimos la oportunidad de encontrarnos con nuestro “choque de puños” buddy y compartir nuestra nueva idea. Y luego, debíamos “matarla”, es decir, encontrar puntos débiles o aspectos a mejorar. Desde luego, no es un paso fácil de cumplir, pero si uno sigue la premisa de amable, específico y útil es más fácil.

Pero lo más importante de todo este proceso es que es (y debería serlo) completamente repetible. Se trata de un proceso cíclico y, a medida que vamos avanzando, vamos logrando versiones más refinadas de nuestro proyecto final. De aquí, la importancia de “enamorarse” del problema, no de la solución, ya que esta puede cambiar en cualquier momento.

Prototipado

Luego de haber trabajado en el proyecto en profundidad, llegó el momento del prototipado. Desde luego, que dependiendo del tipo de solución, los prototipos serían distintos: digitales, físicos o que reflejen una experiencia. Pero esa fue nuestra tarea para la última sesión de la Academia.

#moresoon #maspronto

La Academia: día 1

Tengo que admitir que mis recuerdos de las actividades que realizamos en la academia son un borrón confuso. Fueron 3 dias muy intensos, con muchas actividades, con lo cual parte del objetivo de este post es decantar un poco las dinámicas que experimentamos y lo aprendido en cada una de las sesiones de la Academia, al mismo tiempo que quisiera compartirlo con otros docentes que estén interesados en conocer qué es lo que sucede en ella.

Como comenté previamente, la Academia tuvo lugar en Estocolmo. Es una ciudad que no conocía y que merecería su propio post, pero eso será para otro momento. Lo que sí merece la pena contar es que por esas cosas del destino, algunos de nosotros estuvimos en el momento y lugar adecuados, y pudimos presenciar en vivo el premio Nobel de física en el museo Nobel de Gamla Stan. ¡Algo que no pasa todos los días!

El primer día oficial de Academia comenzaba a las 3 pm, con lo cual una de los asistentes, Isabel Gonzalez, propuso reunirnos unas horas antes para lo que sería uno de los conceptos suecos que luego decidí adoptar en mi vida personal: fika.

Luego, a las oficinas de Google, que ya son una experiencia por sí misma. Allí llegamos los 37 y nos recibieron con nuestras camisetas oficiales y nuestra insignia de Innovadores.

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La encargada de dar comienzo a la Academia fue la amabilísima y humilde Becky Evans, program manager de Google for Education. Con ella, conocimos a nuestros coaches, que nos iban a acompañar durante los 3 días: Carlos Galvez, Anita ChenThomas Skovgaard, Anders Wockatz, Shelanna Sturgess, y Mette Hardis. Cada uno de ellos fue asignado a un grupo de innovadores (unos 6 por equipo) para que nos acompañaran y fueran nuestros mentores durante la Academia. También nos acompañaron la genial y energética Jennie Magiera, y Mark Wagner y Wendy Gorton, de EdTech team. Y una de las personas que más me impactó con su design thinking fue Les McBeth, a quien le debo mi proyecto. Pero eso es para más adelante.

A trabajar

Participar de la Academia a veces da la sensación de estar en una montaña rusa. Las actividades se suceden rápidamente, con mayor o menor intensidad, pero tienen dos aspectos en común: generan equipo o comunidad y te mantienen alerta, con energía.

Breakout Edu inicial

Con el objetivo explícito de conseguir nuestros tickets para la Academia y de comenzar a trabajar en equipo, nos dividimos en 4 grupos para lograr abrir una caja de Breakout Edu en el tiempo establecido de 45 minutos. Con algunas pocas pistas, unos doodles y mucho trabajo en equipo, logramos descrifrar el código apenas unos segundos fuera de tiempo. Para los que nunca han probado un Breakout Edu, se los recomiendo. Pueden aprender un poco más sobre ellos aquí (enlace en inglés)

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Breakout Edu de equipos

Como “tarea” en la pre-Academia debíamos preparar un mini Breakout Edu con una anécdota que nos había marcado como docentes. La dinámica era similar a la anterior, en grupos más pequeños pero con el mismo objetivo: descubrir una combinación de letras o números para abrir una pequeña caja con un objeto que nos ayudara a contar la anécdota. Mi pistas están aquí (enlace en inglés)  Para esto, nos reunimos con nuestros equipos, con los que trabajaríamos durante toda la Academia. Al mío lo bautizamos “Team Playground Duty”, nuestra coach era Mette y en él estabamos Ingvi Omarsson, Ian Stenz,  Kristy Lundström, Jonas Bäckelin y Karen Jackson.

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Foto: Mark Wagner

Moonwalk

Esta es otra de las dinámicas que definitivamente voy a adoptar en mis clases en el futuro (¡y que ya he adoptado con éxito!) Jennie fue la que dirigió esta actividad y el objetivo era conocer otros innovadores con los que no hubiéramos interactuado hasta ahora para realizar diferentes actividades a lo largo de la Academia. Es decir, cada vez que debíamos completar alguna tarea de a pares, entonces buscábamos a nuestro “buddy” (amigo) designado y la realizábamos. Básicamente, consiste en imitar una caminata lunar en una sala grande hasta que en un momento determinado hay que detenerse. La persona que tenemos enfrente es nuestro “buddy”. Así, cada uno de nosotros consiguió 3 compañeros: un compañero “choque los 5”, uno de “apretón de manos secreto” y otro de “choque de puños”. Por supuesto que las categorías se pueden adaptar a algunas más populares culturalmente hablando, pero sigue siendo una actividad interesante para hacer trabajar en equipos a gente que no suele estar junta.

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Foto: Anita Chen

Design Sprint

Y para terminar, comenzamos con nuestra primera experiencia práctica con el design thinking con Les. ¿El objetivo? Diseñar y prototipar una silla. Y se le llama “Sprint” porque es una versión condensada del proceso: descubrimiento, ideación, experimentación, y evolución. De a pares con nuestro “choque los cinco” buddy, uno en el rol de diseñador y otro en el de usuario, cada equipo creó un diseño de silla con un poco de papel de aluminio para luego “venderlo” a los demás equipos hasta obtener un ganador.

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Foto: Mark Wagner

Y así fue como terminó el primer día de Academia. Con mucho trabajo en equipo, mucha colaboración y mucha creatividad.

#moresoon #maspronto